Los perfumes franceses

LOS CUENTOS DE HADAS A VECES
SE CONVIERTEN EN LA REALIDAD ...

Una vez en nuestro mundo apareció un huésped inesperado. Una niña pequeña
y frágil. Una auténtica Campanita de un cuento de hadas que todos conocemos.
Pero, a diferencia de su predecesora, resultó ser una auténtica fashionista. La
niña sabia mucho de ropa y cosméticos, se veía muy moderna, tenía un gusto
excelente.
Y así Campanita se encontró cara a cara con este inmenso, vasto mundo. ¿Se lo
enfrentará? ¿O aprenderá a descubrirlo y admirarlo? Percibir el mundo como un
niño lo percibe, con los ojos bien abiertos.
La principal pasión de Campanita era el perfume. Por lo tanto, después de
estudiar nuestro mundo y enamorarse sinceramente de su belleza y versatilidad,
un día quiso crear su propia fragancia. La fragancia que pudiera transmitir cómo
percibía al mundo. Empezó a buscar ingredientes y mezclarlos. Su diminuto
tamaño le permitía sentir mejor las fragancias y encontrar ingredientes del
perfume raros y escondidos en el bosque.
En busca de notas para su perfume, Campanita hizo un largo viaje: subía las
ramas en busca de capullos de fl ores silvestres, iba en la espesura del bosque en
busca de hierbas raras, nadaba a lo largo del río en busca de plantas acuáticas ...
Y cuando, fi nalmente, su aroma perfecto estuvo listo, Campanita decidió
compartirlo con el mundo. Dejó un frasco de perfume en un claro del bosque,
sabiendo que algún día, una joven que caminara por el bosque lo encontraría.
Y, de hecho, un día esto sucedió ...